1.- Tipo de piel:
Los protectores solares se adaptan a las necesidades de cada tipo de piel: seca, mixta, grasa o hipersensible. No olvides aplicar 30 minutos antes de exponerte al sol y replica cada 2 horas cuándo estés tomando el sol.
2.- FPS:
Es importante que busques el factor de protección solar adecuado a tu tipo de piel. Te recomendamos un FPS de 50+ porque te protegerá hasta un 99% de los rayos UV.
3.- Resistente al agua:
El reflejo del sol en el agua te puede llegar a quemar hasta un 10% más. El agua refleja los rayos y los efectos de ellos se potencian. Por eso es muy importante que uses un protector solar que sea resistente al agua.
